El Villarreal CF cayó 2-0 ante un sólido Athletic Club de Bilbao.
La imagen presentada por el Villarreal CF en Bilbao fue de más agrado para el aficionado groguet que aún sufre pesadillas por las noches, recordando el desastre de contra el Pontevedra CF en la eliminatoria de la Copa del Rey.
El conjunto amarillo salió a plantar cara al conjunto vasco que se encontró con un gol tempranero a la salida de un córner aprovechando un fallo de marca de la defensa del equipo visitante. El poderío físico del equipo de Bilbao doblegó en la primera parte el medio campo del Villarreal quien, a pesar de esto, tuvo oportunidades para empatar el encuentro antes del descanso.
Tras los 15 minutos del intermedio, el Villarreal hizo cambios (hombre por hombre) y pudimos volver a ver a Gerard Moreno y Ayoze juntos en la punta de ataque. Esto, junto con una actitud mejorada, propició que se el Villarreal controlase el juego y se jugara más en el campo del conjunto local, generando ocasiones de peligro que bien pudieron suponer el empate o, incluso, la victoria.
A pesar de ello, los locales hicieron su juego y acabaron matando al Villarreal a la contra y sellando el partido.
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La imagen ofrecida por el Villarreal fue mucho mejor (y más esperanzadora) que la que vimos en el último partido donde el equipo se vio superado, claramente, por un equipo, en teoría, inferior.
Los fallos en defensa y la fragilidad de la misma, siguen a la orden del día, lo que nos costó el primer gol. El Athletic Club también tuvo fallos de marca en balones parado, pero el VAR salvó al conjunto vasco de verse 1-1 en el marcador. A pesar de ir por detrás en el marcador, el Villarreal salió en la segunda parte a por el partido, jugando al ataque y siendo más incisivos, algo que no vimos en la eliminatoria de Copa en ningún momento.
La cuarta plaza y los puestos europeos cotizan al alza y no será fácil acceder a ellos. No sé cuál es la clave o el plan de Marcerlino, lo que sí se es que el equipo tiene que salir a ganar todos los partidos, identificar y aprender de los errores, ya que la actitud, esfuerzo y trabajo duro son ingredientes comunes en todas las recetas del éxito.